We and our partners use technologies, such as cookies, to recognize you and show you more of what you like. Please read our Privacy Policy to learn more. By using this website you agree to the use of those technologies.
I agree.
Esta estatua tiene una maldición. Cada vez que se le repone la mano izquierda, alguien va y se la vuelve a cargar. La cosa llegó a tal punto, que el ayuntamiento no la repuso durante más de 30 años. Hace poco, volvieron a probar, pero resultó que la gente por aquí sigue sin civilizarse... El tiempo por su parte (o los mismos gilipollas) ha deteriorado también la nariz. Ahora el pobre Cristóbal está doblemente mutilado.
コメントはまだありません